Que un material sea considerado como reciclable depende de diversos factores. En el caso de los materiales plásticos el principal requisito es que sean termoplásticos.
Ello conlleva que puedan volver a fundirse y procesarse en un equipamiento convencional, lo cual indica que la inmensa mayoría de los materiales plásticos son reciclables.
Sin embargo, para que el reciclado sea viable a nivel industrial el flujo de residuos de cada material debe ser elevado.
Además, estos residuos deben ser fácilmente separables de otros, lo cual a día de hoy es complicado Sobre todo en cuanto a residuos post-consumo, que presentan una alta diversidad de materiales y composiciones.
Las poliolefinas (LDPE, HDPE y PP) se pueden encontrar en cantidades suficientes para su reciclado, además del PET.
La mayoría de estos residuos plásticos proceden del sector del envase y del embalaje y son recolectados en el contenedor amarillo.
Además, existe un creciente aumento en la recogida de materiales post-consumo de otros orígenes como el sector eléctrico-electrónico, la construcción o la automoción.
Ello permite la recuperación de otro tipo de materiales plásticos y reducen su disposición en vertederos.
Sin embargo, además del hecho de que haya cantidades suficientes de materiales para su reciclado y de que sean fácilmente separables. También se deben tener en cuenta nuevas consideraciones.
Éstas tienen que ver sobre todo con la normativa y la legislación aplicable a los nuevos productos.
Mejora de propiedades: Upcycling
Los materiales plásticos, cuando son transformados y utilizados, sufren distintos procesos de descomposición y oxidación.
Todo ello va mermando sus propiedades mecánicas y de apariencia, lo cual también ocurre tras el reciclado mecánico.
Por este motivo es habitual que los productos fabricados a partir de materiales reciclados suelan tener menores prestaciones.
Y es aquí donde aparece el proceso de Upcycling, que contempla tanto la restauración de propiedades mecánicas como reológicas, reducción de olores y mejora del aspecto visual en el proceso de reciclado mecánico.
Proceso de Upcycling
Es necesario comentar que este proceso se realiza siempre bajo el cumplimiento de la normativa aplicable al producto y de la legislación del sector.
Comienza con la predicción y evaluación de las propiedades que se pueden ver afectadas en el material reciclado tras su procesado y que afectarán su desempeño.
Para ello se parte del conocimiento de los materiales plásticos y sus mecanismos de degradación. Pero también del análisis cualitativo y cuantitativo de las muestras de control.
Una vez detectadas las propiedades más afectadas se realiza la selección de un sistema de aditivación que sea adecuado para contrarrestar los efectos de la degradación.
Cuando se ha determinado la combinación y contenido óptimo de cada aditivo se lleva al sistema de mezclado para obtener el producto reciclado mejorado.
Posteriormente se comprueba que se han alcanzado todos los requisitos exigidos por la aplicación. En caso de no lograrlo, se lleva a cabo un segundo ajuste de los sistemas de aditivación y de mezclado.
Se pueden poner como ejemplo de materiales recuperados mediante este proceso los de los proyectos EASME y Repescaplas.
Éstos se encargan de la reutilización de materiales procedentes de las basuras marinas. Los cuales presentan una alta degradación por estar expuestos a multitud de agentes externos.
Gracias a la existencia de este proceso las empresas del sector podemos introducir los criterios de Economía Circular en nuestros modelos de negocio, reduciendo así el impacto ambiental.
Fuente: AIMPLAS