El ser humano se ha esforzado siempre por crear nuevos materiales que aportaran beneficios y sustituyeran a los extraídos directamente de la naturaleza. Los plásticos no son una excepción, aunque en sus inicios se utilizaran materiales naturales que tenían propiedades plásticas intrínsecas.
Posteriormente éstos se modificaron químicamente para fabricar polímeros sintéticos. Pasando en los últimos 100 años a fabricarlos directamente a partir de los átomos de carbono proporcionados por el petróleo y otros combustibles fósiles.
La longitud de las cadenas de átomos de carbono y la forma en la que están dispuestas determina que los polímeros sean fuertes, ligeros o flexibles y que se puedan conseguir multitud de propiedades gracias a su plasticidad.
Fabricante de envases cosméticos para empresas
La evolución de los polímeros sintéticos
Cómo hemos llegado hasta aquí? Vamos a retroceder unos años para conocer el origen del plástico. ¿Llegará un futuro sin él? El primer polímero sintético fue inventado en 1869 por John Wesley Hyatt y fue fabricado a partir de celulosa tratada con alcanfor.
Este invento vino motivado por la necesidad de encontrar un material que sustituyera al marfil para la fabricación de bolas de billar, ya que hacían falta tres o cuatro elefantes para fabricar un juego completo.
Por tanto este primer polímero sintético no sólo ayudó al ser humano sino también a la naturaleza y el medio ambiente, ya que evitó la muerte de elefantes y tortugas, cuyos caparazones se utilizaban para fabricar distintos objetos.
A partir de aquí los materiales sintéticos empezaron a sustituir a los calzados de piel y a las distintas indumentarias de cuero, disminuyendo así el uso de materiales de origen animal.
Con los ataques que está sufriendo el sector del plástico en los últimos tiempos resulta paradójico ver que sus primeras versiones se llevaron a cabo para salvar a los animales.
Otro paso en el avance de las resinas celulósicas se llevó a cabo con el propósito de encontrar un sustituto para la seda natural.
Lo que se inició con esta finalidad desembocó en el descubrimiento del celofán por el químico suizo Jaques Brandenberger. Este material se empezó a utilizar como envoltorio de caramelo o flores y después en la fabricación de cintas adhesivas.
Ya en 1907, el químico Leo Baekeland fabricó el primer polímero totalmente sintético, terminando así la era de los productos celulósicos.
A esta nueva sustancia se le llamó baquelita y podía ser moldeada a voluntad en el proceso de fabricación, manteniendo después sus propiedades en condiciones variadas de temperatura, humedad y ambientes agresivos.
Entre los beneficios y posibilidades que ofreció este nuevo material estuvo su capacidad para sustituir a maderas nobles como el ébano o la caoba que en aquellos tiempos se utilizaban para fabricar teléfonos y radios, entre otros múltiples objetos.
Se trata de otro ejemplo de cómo el plástico ayudó a la naturaleza.
El gran desarrollo del plástico
A finales de la década de 1920 Wallace Carothers estableció un método para generar nuevos polímeros e inventó las poliamidas y el neopreno, que se convirtió en el primer caucho sintético.
Durante la II Guerra Mundial el nylon se utilizó para paracaídas, cuerdas, chalecos antibalas, revestimientos de cascos y otras muchas aplicaciones.
En esta época la producción del plástico en EEUU llegó a crecer hasta un 300 %.
A partir de aquí el plástico se convirtió en el rey de los materiales gracias a que era asequible, seguro, higiénico y fácilmente moldeable.
Sustituyó a materiales como el acero de los coches, el papel o el vidrio de los embalajes y la madera de los muebles, entre otros.
Qué podemos hacer gracias a los plásticos
Está claro que desde que los polímeros sintéticos empezaron a ser creados y transformados se han convertido en una parte esencial de nuestras vidas.
Sin ellos muchos inventos e hitos históricos no se habrían podido llevar a cabo.
Podríamos poner miles de ejemplos; sin el plástico no disfrutaríamos del cine ni de la música como actualmente los conocemos.
No nos comunicaríamos a través de teléfonos móviles ni tendríamos acceso a internet.
No viajaríamos tan seguros como lo hacemos, ya que la mayoría de los sistemas que nos protegen dentro de los vehículos incorporan elementos de plástico.
Y, por supuesto, nos habríamos encontrado con muchas dificultades para gestionar la pandemia actual. Esto es debido a que la mayor parte de los beneficios que aportan los plásticos se centran en el sector de la medicina.
Como ya comentamos en un artículo anterior, los plásticos se utilizan en el sector sanitario en múltiples aplicaciones.
Actualmente los tenemos muy presentes en pantallas, guantes, trajes protectores y en los imprescindibles respiradores, sin cuya ayuda muchas personas no saldrían adelante.
Además se fabrican en plástico otros muchos elementos como son jeringuillas, catéteres, bolsas de sangre o válvulas para el corazón, entre otros.
Podemos decir que en general gracias a los plásticos los hospitales son más seguros e higiénicos.
En plástico también fabricamos botellas para gel hidroalcohólico, que se ha convertido en imprescindible en estos tiempos.
El concepto del reciclaje
En los años 60 y 70 hubo un gran auge en el consumo del plástico, lo que llevó a la necesidad de desarrollar sistemas para la gestión de los residuos.
Nació en ese momento el concepto del reciclaje y desde entonces hasta ahora la innovación en este ámbito no ha cesado.
La solución a la problemática actual pasa pues por una mayor concienciación de los ciudadanos y una adecuada innovación en la gestión de los residuos que permitan reutilizar y reciclar todo el plástico que consumimos.
Desde Rosa Envases insistimos en la importancia del plástico para el futuro de nuestra sociedad y estamos convencidos de que entre todos lograremos ser más eficientes en su gestión y correcto reciclado.
Fuente: EsPlásticos